Se le llama también lentejas Beluga por su pequeño tamaño y su color característico.
Esta legumbre tiene más proteína, entre un 20 y un 30% más, que cualquier otra similar que nos podamos encontrar. Cuentan también con una elevada cantidad de carbohidratos complejos, rondando el 50%, así como aproximadamente un 10% de fibra, ricas en potasio, fósforo, hierro y vitaminas B6 y B1. Ayudan a regular el colesterol y el azúcar en la sangre por la fibra que tienen. Como consecuencia del color que tienen, cuentan con un alto contenido de antocianinas, sustancia que protege al organismo de los radicales libres. Mientras que su color por fuera es negro, por dentro su carne, el albumen, es amarillento. Se pueden cocinar sin necesidad de tenerlas a remojo toda la noche.
En España se pueden encontrar sembrados en Salamanca y en provincias limítrofes. Mantienen su forma durante la cocción, por lo que se suelen utilizar mucho en ensaladas al ser un plato muy vistoso, colorido y diferente.
Guarde siempre en lugar fresco, seco y oscuro.
Se aconseja consumir antes de 18 meses de la fecha de envasado.